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martes, 6 de mayo de 2014

"El amor en los tiempos del colera" de Gabriel Garcia Marquez

“Los síntomas del amor son los mismos del cólera”... el que crea que es una cita desmesurada e hiperbólica no se ha metido en la piel de Florentino Ariza , protagonista de esta  historia de amor que tiene lugar en algún pueblo del caribe colombiano de finales del SXIX.

Reconozco, y estoy segura no  haber sido la única, que tras el reciente fallecimiento de Gabo he sentido un fuerte deseo de retomar su obra.


Al revisar las lecturas que tenía pendiente, caí en la cuenta que no había leído esta novela que el propio escritor consideró como su mayor logro literario y la que siempre consideró llegaría a ser más exitosa. Quizá, él mismo no pudiera ser objetivo ya que está inspirada en los amores de juventud de sus padres, a quienes incluso llegó a entrevistar, fiel a su condición de periodista, plasmando (según cuenta ) la versión literal de los hechos tal como sucedieron en los inicios de su romance.

La capacidad descriptiva del autor es tan asombrosamente evocadora que casi se pueden distinguir los olores y colores propios del Caribe, el azul transparente de sus aguas, el cantar de sus gentes y el estruendo de sus tormentas tropicales. El idílico escenario no impide  que el cólera y las sucesivas guerras civiles asolaran con crudeza a Colombia durante el Siglo XIX y principios del XX.  Por la forma en que se mezclan la ficción y la realidad histórica en el relato parece encontrarse más cerca de lo “real maravilloso”, término acuñado por Alejandro Carpentier, que del propio “realismo mágico” que ha popularizado el propio Gabo.

Las primeras cien páginas del libro son sublimes, en ellas somos testigos del nacimiento de ese amor febril entre Florentino y Fermina, de la correspondencia entre ellos, de sus encuentros furtivos , de las poesías y serenatas de violín con el que la ofrenda y finalmente, de la oposición del padre de ella al casamiento  por estar destinada exclusivamente a alguien de apellido y rancio abolengo.

Con ningún tema se consigue enganchar más al lector que con amores imposibles e infructuosos. Todos los hemos padecido. Todos nos conmiseramos con los que lo sufren. Nada hay más consumidor para el espíritu y la carne  que un amor contrariado.

Sin embargo, el protagonista va mas allá  y dedica toda su vida a prepararse para convertirse en un hombre lo suficientemente digno para su amada. Su determinación es encomiable, pero una vida puede hacerse muy larga si el único destino apetecido está ligado a la voluntad de otro ser distinto a uno mismo. La línea que separa el amor de la obsesión es a menudo inadvertida por el amante.

Me confieso más cercana al amor que siente Juvenal Urbino por su esposa y con el que ella le corresponde, ese amor que se va “inventando” con los años. El que muere todas las noches  tras hacer el amor y hace falta volver a construir por la mañana. Ese amor de amigos, de cómplices, de compañeros vitales que quizá mientras se vive uno se pregunta si es o no amor, pero que te proporciona una estabilidad y una seguridad tan necesaria para enfrentar los embistes de la vida. Pero quizá yo no sea exactamente una romántica sino una militante de la amistad en todas sus vertientes amorosas.

La novela está llena de frases y reflexiones memorables sobre el amor, el matrimonio, el sexo o la vejez .....  y en ella se reflejan las distintas formas posibles de amar a través de los distintos personajes. El amor del protagonista es el más épico porque no hay nada más heroico que perseverar y ganarle la partida a un destino que no nos es favorable por  haber nacido en  baja cuna. Conseguir en esas circunstancias un final feliz, bien merece a nuestro protagonista haber sufrido cien años de soledad o más….

Autor: Violeta

Pd. Acompaño a esta reseña un vídeo del celebre escritor, hablando de esta novela. 


miércoles, 9 de abril de 2014

Reseña de " Lamentaciones de un Prepucio" de Shalom Auslander


Imagina haber crecido creyendo en un Dios vengativo, rencoroso, vigilante. Alguien con muy mala baba que se dedica a esperar a que cometas el más mínimo fallo para descargar toda su ira cósmica sobre ti (por supuesto, en el momento en el que más feliz seas, para que el castigo sea del todo perfecto). Ahora imagina qué tipo de libro escribirías. Y ahora lee “Lamentaciones de un prepucio” y aprende cómo se superan los traumas.

Un libro descacharrante sobre las aventuras y desventuras de la infancia y adolescencia de Shalom Auslander, un neoyorkino criado en la ortodoxia judía, y de su relación con la religión y con Dios. “Lamentaciones de un prepucio” es el testimonio de un hombre profundamente religioso (a su pesar) que encierra, en clave de humor, una reflexión sobre la religión, la ortodoxia y la propia identidad. En un ejercicio (en parte) liberador (aunque siempre aguardando el castigo divino), Auslander cuenta al gran público sus terrores más íntimos, intenta racionalizarlos y se da cuenta, con horror, de que no puede.

Antes de leer el libro, no tenía prácticamente ningún conocimiento de la cultura y la religión judía (más allá de cuatro rasgos básicos y muchos de ellos confiando en que el cine y las series sean rigurosos). No me gusta generalizar sin saber pero, leyendo este libro y viendo su buena acogida (me gustaría saber qué pasaría en España si alguien publicara un libro similar sobre su experiencia en una familia ultra católica, por ejemplo), me hace pensar que el espíritu autocrítico judío y su capacidad de reírse sí mismos está muy por encima de otras culturas.  

“Lamentaciones de un prepucio” está lleno de humor negro, de ironía, de “eso sería tan típico de Dios” y de reflexiones mucho más profundas de lo que pueda parecer en un primer momento. Como creyente (católica, apostólica y romana), no me ha parecido en ningún caso una ofensa para quienes practicamos una religión, sino más bien una invitación a pensar sobre los problemas que traen consigo las posturas radicales y, sobre todo, una invitación a tomarnos menos en serio. 

Autor: MaryNot


lunes, 10 de marzo de 2014

“La caza del carnero salvaje” , Haruki Murakami



He leído poco a Murakami. Por ahora. Después de una pequeña decepción con Tokio Blues agradezco la oportunidad de retomar este escritor que me ha ofrecido el Club de Lectura de La Vaquería. Me ha sorprendido y devuelto las ganas de ahondar en un autor de indudable éxito (de crítica y público, como se suele decir) en nuestro globalizado entorno.

La Caza del Carnero Salvaje (1982), es una de las primeras novelas de Haruki Murakami, , la que le dio fama y le permitió continuar su faceta de escritor, publicada en castellano en 1992, y cuya secuela Baila, baila, baila de 1988 nos volverá a introducir en ese universo de espejos, carneros “mágicos”, gatos, orejas abrumadoras, hoteles decadentes y cigarrillos.

Narrado en primera persona por un publicista tokiota recién divorciado, casi en la treintena y con una vida bastante anodina que irá cambiando al presentarse ante él una serie de hechos insólitos. Conoce a una mujer, modelo de orejas y prostituta ocasional, que ejerce en él una fascinación extraordinaria a través de  su excepcional atributo: unas orejas absolutamente perfectas. A la vez recibe cartas de un antiguo amigo, que recientemente ha desaparecido de Tokio sin dejar rastro. En una de esas cartas, le pide que incluya una foto de unos carneros que adjunta en alguno de sus trabajos y como consecuencia despertará el interés de una potente organización que le fuerza a buscar un  carnero “especial” bajo amenaza de arruinar su agencia y su vida.  A partir de esto, se suceden una serie de extraños acontecimientos que llevan al protagonista a un viaje, real y metafórico, donde entre los misteriosos efectos que produce el carnero, descubre cosas de los que le rodean y, sobre todo, de sí mismo.

Un toque irreal, común en algunos libros de Murkami, nos hace pensar por momentos en Kafka o en el realismo mágico, sin tener mucho en común objetivamente.  Ciertamente, la historia, con tintes detectivescos y mágicos, es bastante improbable, pero eso no es lo importante. Lo que se teje en torno a los personajes, sus sentimientos, sus certezas y sus dudas, son reales, tan naturales como los fragmentos de la vida de cualquiera. Esa cotidianidad unida a una presencia de lo sobrenatural es lo que le da un aire mágico, esos pequeños momentos que nos hacen identificarnos porque también los hemos vivido. Perder a alguien, encontrarlo, volverlo a perder. Hacer un viaje, regresar. Sentirnos atados, ser libres.
Muy interesantes y sugestivas algunas ideas que sobrevuelan la novela. Por una parte, me toca de cerca esa sensación triste y apática de la pérdida de la juventud, de lo perdido que no regresará unido a una falta de confianza en la realidad cotidiana, en la que el protagonista parece ajeno e indiferente a todo lo que le rodea, como un espectador de su propia vida. Por otra parte, encuentro especialmente seductora la reflexión sobre esa fina línea que distingue lo mágico y lo intuitivo, la certeza de lo improbable.


Creo que uno de los grandes hallazgos de este libro está en el uso de la imagen. A pesar de su peculiar falta de realismo, resulta una obra muy cinematográfica, en el que el poder de la imagen toma un protagonismo muy acusado con algunos momentos de gran intensidad visual. Dicho esto, no parece casual que, tanto el encuentro con la modelo de orejas, como el conocimiento del carnero que desencadena la trama, tienen lugar a través de sendas fotografías. A veces, un instante captado por la cámara fotográfica, registra cierto misterio de la vida, esa aparición irrepetible a la que Walter Benjamin se refirió en variadas ocasiones. 


Murakami es el más visible y acreditado representante de la nueva literatura japonesa, cuyo espíritu quiere trascender la simple contemplación de la realidad para sumergirse en un universo personal que, además, conecta muy bien con el lector occidental. Durante las primeras cien páginas no sabes muy bien a dónde quiere llegar pero aumenta en interés y cobra sentido según se avanza en la trama. Mientras, nos va dejando un poso de melancolía y existencialismo íntimo, acompañado de un siempre necesario sentido del humor derivado mayoritariamente del absurdo. Un escritor al que volveré seguro. 

Elena C.

jueves, 7 de noviembre de 2013

" BIOGRAFIA DEL SILENCIO" de Pablo D´ors

Siempre suelo decir que los libros me encuentran a mi. Esto no es del todo cierto desde que sumo a mis lecturas las que “democráticamente” salen elegidas en mi club de lectura. Sin embargo, hay libros que siguen apareciendo en mi vida y que como algunas personas parecen ser parte de mi destino.

Este fin de semana he asistido a unos encuentros de meditación y consciencia organizados por Sanchez Drago en Castilfrio ( Soria). Vaya por delante que soy la anti “new age”. Fui acompañando a una buena amiga ( a la que acompañaría al Polo Norte si me lo pidiera, aunque prefiero no darle ideas) y forzándome a salir de mi zona de confort , pues por lo general nunca me hubiese imaginado asistiendo a un evento de este tipo. Sin embargo, la experiencia ha sido increíble y verdaderamente enriquecedora.

Una de las ponencias fue impartida por Pablo D´ors: escritor, cura jesuita, capellán del Ramón y  Cajal y discípulo zen ( si, por lo visto se puede ser todas esas cosas). Es nieto del ilustre filosofo y crítico de arte Eugenio D´ors. Vino a hablarnos de su libro (como Umbral, pero en plan bien). Resultó ser un brillante orador y con una vis comercial importante, porque creo que prácticamente las cincuenta personas que estábamos escuchándole acabamos por comprarlo al finalizar su charla.

El libro, titulado Biografía del silencio, es un breve ensayo o más bien un testimonio personal sobre su experiencia con la meditación y de como ésta ha transformado su vida. Las bondades que el autor asocia a la meditación son tales que es imposible leer el libro y no sentir al menos curiosidad o deseo de intentar llevar a cabo tal práctica.

Es un libro que ayuda, en la acepción mas noble posible( odio los libros de autoayuda). Tiene frases que son verdaderas perlas y que conducen a una reflexión profunda.

La meditación es según el autor “ una escuela de apertura a la realidad”, un despertar a lo que somos; nos enseña a apaciguar la maquina de nuestros deseos y estimula el goce por lo que uno tiene o posee.

Me encanta su definición de la felicidad, afirmando que es percepción o mas bien el arte de percibir; porque la realidad - y no las ilusiones o sueños que nos fabricamos y que nos provocan tanta frustración- esta llena de cosas maravillosas. Solo hay que estar atento y percibir la belleza en todo lo cotidiano. 

El autor tiene también una reflexión preciosa acerca de la diferencia entre el amor romántico y el amor auténtico, diferenciando fundamentalmente el uno del otro en que este último nada espera. El amor romántico sin embargo, según el autor, es esencialmente la esperanza de que el otro nos dé la felicidad. Sobrecargamos al ser amado con tantas expectativas que al final nada queda de él o ella. Acabando el otro por ser una mera pantalla de nuestras expectativas.

Podría citar muchos fragmentos del libro, dignos de repetir como mantras, pero siendo tan corto invito a aquel que le cause curiosidad a que lo lea , en la firme convicción de que no le dejará indiferente.

Con meditación o sin ella, el mensaje es alentador para los que buscan respuestas. Una invitación a la aceptación del devenir, al desapego de las ilusiones y pasiones -que tanto sufrimiento nos causan- y a la comunión con el universo y nuestros semejantes.

 Una vuelta a casa en palabras del autor. Amen

Nota post: un día después de escribir la reseña, he contactado con el autor y va a asistir a la reunión del club que tendremos próximamente para debatir su libro. Un lujazo....

Violet

viernes, 18 de octubre de 2013

"JUAN BELMONTE: MATADOR DE TOROS" de Manuel Chaves Nogales

La biografía de Juan Belmonte de Chaves  Nogales  no es un libro sobre el toreo, aunque bien podría . “Parar, templar y mandar” el mantra del toreo moderno fue cosa de Belmonte, apodado “El Pasmo de Triana”.  Ser torero es un rasgo emocional mas del personaje, una prolongación de su psique y así nos lo cuenta Nogales. La novela fue publicada por entregas en la revista Estampa.

Es un libro sobre  la vida de un hombre que resume su época (uf me estoy repitiendo, pero…que gran encuentro hubiera sido el de Jobs con Belmonte): los primeros años del siglo XX. La existencia era dura, pero podían pasar cosas extraordinarias. Nogales nos describe multitud de escenas costumbristas; refleja muy bien el aire de las tertulias, la vida en un barrio humilde, los vaivenes de los señoritos,  la convivencia en las corralas de vecinos, los viajes a ultramar…

El autor  tiene un poder evocador en su escritura que hace que puedas estar sentado en la plaza de San Jacinto en Triana y estés contemplando a los torerillos tramando sus excursiones nocturnas, incluso que los acompañes por el campo en una noche de luna llena. Hasta parece que a lo lejos suena una guitarra clásica. Pronto Belmonte se convierte en una gran figura del toreo, con su manera de detener la acción dentro del ruedo, y empieza su rivalidad con Joselito Gallo y sus viajes a América y con ello un rico anecdotario.


Es una biografía de dos orejas y rabo.

Carmen

"SOSTIENE PEREIRA" de Antonio Tabucchi



La décima vez que leí la interlocución “ Sostiene”  , al cabo de leer unas pocas hojas de la novela, pensé que la critica había sido demasiado magnánima con esta novela que ha sido encumbrada a la categoría de clásico.

El Autor Antonio Tabucchi, fallecido el año pasado, ha sido considerado el mejor autor italiano de su generación.

Tras la sorpresa inicial por la original forma de narración, el periodista Pereira fue creciendo en mi hasta atraparme como pocos personajes han sido capaces de hacerlo. Es una novela liviana, con una prosa clara, precisa y sin florituras ( el deleite por la sensación de sencillez narrativa es doble si desvelo que mi anterior lectura fue Rayuela de Cortazar). Es de esas novelas que al acabarlas generan un retrogusto intenso, como los buenos vinos.

El telón de fondo es la Lisboa del 38, durante la dictadura de Salazar. Un periodista que ha vivido una vida ausente de emoción y que como único confidente tiene el retrato de su esposa muerta, de repente conoce a una serie de personajes que despiertan su conciencia vital.  Desterrado profesionalmente en la sección cultural de un periódico afín al régimen, se refugia en los grandes autores franceses amantes de la libertad y en las tortillas a las finas hierbas.

 La teoría de la confederación de las almas por la que el protagonista se deja embaucar y la cual le hace tomar conciencia de su letargo, pregona la existencia de muchas almas dentro de cada persona lideradas por un yo hegemónico que puede a lo largo de nuestra vida dar paso a otro yo dominante, cambiando totalmente nuestra personalidad y rumbo.

El final da sentido a la obra, y se basa en un hecho real que sucedió durante esos años, y que el autor conoció de forma accidental en uno de sus viajes a Lisboa. Una lección de responsabilidad que puede a día de hoy hacernos replantear nuestra propia abulia política y social.

Una sola acción puede definir toda nuestra existencia, lo demás es literatura…..

Violet


viernes, 4 de octubre de 2013

RAYUELA (II)

RAYUELA (II)

El libro tiene tanta chicha que no se puede hablar de él en un solo post (bueno, los de Jot Down sí pueden porque son los reyes del artículo de 20 páginas, pero yo no soy más que una modesta comentarista de barrio). Por lo tanto, en este segundo post, va un poco más de información sobre el contenido en sí:

La estructura de la novela
Como dice el autor, Rayuela es un libro que se puede leer de varias maneras. Yo, sinceramente, recomiendo la lineal por lo menos la primera vez. (Hay gente que dice que la ha leído eligiendo capítulos al azar y que le ha encantado, pero yo no me fiaría mucho de esa gente).

Dicen que Cortázar era un apasionado del jazz (de su libertad de formas, su anarquía) y esta misma estructura (o más bien, no-estructura) se puede ver en la novela. El tono es de monólogo interior y permite centrarse en la psicología de los personajes más que en la acción. Esto dicho así, asustaría a cualquiera, pero repito una vez más: este libro se merece una oportunidad.

Se trata de la primera novela calificada como surrealista. Cortázar, quería hacer la antinovela (o contranovela, como la llamó después) y hacer que fuera el lector quien participara leyendo. Por eso, muchos de los capítulos se pueden leer en cualquier orden, algunos tienen juegos para el lector, faltas de ortografía...

La historia

“Del lado de allá”
Horacio Oliveira es un argentino exiliado en París. Tiene una relación con La Maga (Lucía, una chica uruguaya), que es su antítesis: Horacio es el desarraigo, La Maga podría encontrar su hogar en el palo de un gallinero; Horacio es culto, La Maga se pierde en las conversaciones que tiene con sus amigos; Horacio es calculador y racional, La Maga vive en el momento. Su figura está presente durante el resto de la novela, como una imagen que perseguir, como si fuera su punto de referencia.

La soledad y el desarraigo de Horacio se hacen patentes en algunos episodios de esta parte que me parecen tremendos, a falta de un adjetivo mejor: el atropello del anciano, la terrible escena con Mme. Trepat y ese desfile de perdedores intentando escapar de su miserable vida, su experiencia viviendo en la calle, una vez que ha perdido a La Maga. Incluso la muerte de Rocamadour, tan sin querer, tan mal llevada, nos hacen un retrato del protagonista.

 “Del lado de acá”
Mi parte favorita y menos pedante (o es que una ya se ha acostumbrado y empieza a pensar a lo grande).

Horacio vuelve a Buenos Aires y se reencuentra con un antiguo amigo suyo, Traveler y su mujer Talita, y empieza a trabajar con ellos en un circo. En poco tiempo, Horacio se vuelve omnipresente para la pareja, no les deja en paz. Parece como si quisiera estar en el lugar de Traveler, como si quisiera estar casado con Talita (que le recuerda a La Maga). Todo esto confluye en la curiosa escena del tablón entre las dos casas, en la que Horacio le pide a Talita que le pase clavos y yerba para su mate. Al final del capítulo queda claro el nivel de intromisión de Horacio en la vida del matrimonio y su deseo de controlarles.

Más adelante, el dueño del circo lo vende y compra un psiquiátrico, donde empiezan a trabajar los tres. El psiquiátrico es el escenario perfecto para mostrar el desarraigo, la soledad y el sinsentido que es la vida. El hecho de que se junten a beber cerveza en el depósito de cadáveres, el único sitio fresco del edificio, dice mucho de la insensibilidad hacia lo humano.

Ya en la escena final, totalmente surrealista, Horacio, parapetado en su habitación y con la paranoia de que Traveler va a subir a matarle (porque él ha intentado besar a Talita unos minutos antes), intenta tirarse por la ventana. Unos instantes antes ha creído ver a La Maga, pero es Talita caminando sobre una rayuela.  

“De todos lados”
Las conclusiones a las distintas historias se pueden leer en los capítulos prescindibles de la tercera parte “De todos lados”. Esta parte y el libro mismo terminan narrando el episodio en que Horacio visita a Morelli en el hospital, donde este le pide a aquel que vaya a su apartamento y organice sus notas mientras se recupera. La mayor parte de estas notas son inéditas, y Oliveira no solo considera un gran honor hacer este trabajo, sino también cree que es probablemente su mejor oportunidad de alcanzar el noveno cuadro de su rayuela espiritual, emocional y metafísica (Wikipedia). Si tenemos en cuenta que Morelli es supuestamente el álter ego de Cortázar, podremos hacernos una idea de la imagen que el autor tenía de sí mismo.

MeryNot

RAYUELA (I)

RAYUELA (I)

Rayuela es un libro que me provoca sentimientos encontrados: lo he leído y me ha encantado, pero entiendo perfectamente a la gente que lo odia. Al principio resulta tan enrevesado que no puedes evitar acordarte de la señora madre de ese escritor cabezón, cejijunto y cultureta, que no para de hablar de vanguardias y metafísica. Pero luego no quieres dejarlo. Quieres seguir la búsqueda con el protagonista, la búsqueda de la unidad del ser, del cielo, de La Maga, de lo que quiera. Lo odias y lo quieres.

Vayamos a lo serio
Rayuela está considerada como una de las novelas centrales del “Boom latinoamericano”, un fenómeno editorial de los años 60 en el que sus autores comenzaron a publicar obras experimentales y de marcado carácter político (en aquella época, América Latina estaba que daba penita). A este movimiento pertenecen tanto Cortázar como García Márquez, Vargas Llosa o Carlos Fuentes, por lo tanto: ¡gracias, Boom Latinoamericano!

En el caso de Rayuela, los temas centrales giran en torno al desarraigo y el exilio. El juego de la rayuela consiste en alcanzar una casilla llamada cielo dando saltitos. La novela es la búsqueda constante de esa casilla llamada cielo. Como se descubre al final de la primera parte, el cielo no está encima de la tierra, sino en la superficie de esta, pero a alguna distancia, al cual uno se acerca de manera similar a como los niños juegan a la rayuela.

El nombre
Según Cortázar, en un principio el libro se iba a llamar Mándala (mándalas son complicados diagramas utilizados en el hinduismo y el budismo para representar el cosmos) pero que, como le resultaba un nombre pretencioso, lo llamó Rayuela. Yo me inclino más a pensar que lo de Mándala le gustaba pero sus amigos le amenazaron con partirle la cara si lo llamaba así.

La Maga existe
En el año 2010, La Nación (periódico argentino) publicó una entrevista con Edith Aron, la que dice ser La Maga de Rayuela. Edith y Julio se conocieron en un barco de Buenos Aires a París y se volvieron a ver en el Boulevard Saint Germain. Se volvieron a encontrar por casualidad más veces y más adelante, tuvieron una relación. La anécdota del entierro del paraguas es real y el mismo Cortázar reconoció que le había dedicado el libro. Sin embargo, a diferencia de la novela, la relación acabó porque Cortázar se casó con otra mujer.




 

martes, 17 de septiembre de 2013

"HISTORIAS DE LONDRES " de Enric Gonzalez

HISTORIAS DE LONDRES 

de Enric Gonzalez


Historias de Londres es el primero de tres libros que, junto con Historias de Nueva York e Historias de Roma, relatan las vivencias del periodista Enric González (Barcelona, 1959) como corresponsal en estas ciudades.

Enric González no es un periodista al uso, aunque es lo más cercano que tengo a la imagen de un periodista: claro, culto, sin verdades absolutas y con una capacidad de autocrítica y de sentido del humor que me han convertido en fan absoluta de sus escritos hasta hoy (la única pega es que escribe unos libros muy cortos: Enric, por Dios, si lees esto, regálanos un libro de esos gordotes; te dejamos tema libre).

En el caso de Historias de Londres, el autor muestra la ciudad de Londres como sólo un corresponsal lo puede hacer: acercando la ciudad a los habitantes del país para el que escribe. O dicho más claro: explicando Londres a los españoles.

Si a alguien (que dudo que exista, pero puede ser) no le gusta Londres, le reto a que, en cuanto cierre el libro, reprima sus ganas de comprar unos billetes en Ryanair para irse con su pareja a “vivir del aire” a la capital británica. Las calles, los pubs, el metro, el fútbol, la cámara de los lores: todos los aspectos más emblemáticos de una ciudad llena de elementos emblemáticos, son explicados por el autor de tal manera que, incluso en los temas para mí menos interesantes (me gusta ver el fútbol pero, ¿leer sobre fútbol?) he disfrutado cada renglón.


Por último, para conocer un poco más sobre las andanzas de Enric González, es muy recomendable la compilación “Todas las historias y un epílogo”. Historias de Londres siempre será mi favorita, pero creo que leer el epílogo desde Jerusalén no tiene precio. 

Autora: MaryNot


lunes, 9 de septiembre de 2013

ORGULLO Y PREJUICIO ( Carta abierta de Miss Elisabeth Bennett)




Queridísimas integrantes del Club de lectura:
Mi nombre es Lady Elizabeth Darcy, aunque vosotras me habéis conocido como Lizzi Bennet. Me atrevo a escribiros porque ha llegado hasta mi conocimiento la noticia de que el más afamado Club de Lectura de vuestra época se reúne para hablar sobre mi vida, mi pensamiento, la época en la que viví y mi forma de hacer las cosas. Me gustaría unirme a vosotras mediante esta carta y contaros de alguna forma mi visión de la historia. Desde luego sabéis que eso es lo que haría si se me permitiera salir del libro de vez en cuando… 
De mi autora, mi admiradísima Jane Austen, se han dicho muchísimas cosas. Desde que era una escritora conservadora hasta que Orgullo y Prejuicio, su obra más conocida (publicada por primera vez en 1813 bajo la firma By a Lady) es una de las primeras novelas de comedia romántica. 
A mi parece basta con destacar una de las primeras frases de la novela, esa en la que se asegura que “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”. 
Queridas integrantes del club ¿no se reduce todo a ello? ¿No es importante en vuestra época conseguir un buen marido y hacer un buen matrimonio? Nunca mi autora se ha preocupado por contextualizar su obra de forma histórica, su único interés radica en el matrimonio y en cómo se desarrolla todo en torno a este acontecimiento. Para ello Jane se encargó de describir a la perfecta sociedad inglesa poniendo la atención de una forma irónica sobre los comportamientos de sus integrantes. ¡Mi pobre amiga Charlotte Lucas es un fiel ejemplo de ello! Casada a la edad de 27 años con un párroco insoportable por no haber sido lo suficientemente rica o lo suficientemente agraciada. Y que conste que yo misma le regañé cuando me expuso éstas como sus razones para aceptar la propuesta matrimonial más descabellada que ha existido pero, en realidad, todas sabemos que sólo ella se atrevió a ponerle palabras a la verdad. 
Y es por eso que mi madre, durante la novela, sólo tiene una preocupación en la vida: casar a sus hijas. Al hecho de que la casa familiar será heredada por nuestro lejano pariente el señor Colins, se une la innegable dificultad de casar a cinco hijas sin disponer de una gran dote para ello. ¡Pobre mamá! Lástima que no haga más uso de la discreción y el decoro que mi hermana Jane y yo poseemos. Supongo que en vuestra época las cosas habrán cambiado o ¿sigue siendo excepcional que una mujer sea independiente y defienda su derecho a decidir? ¿Las madres de vuestra época apoyan a sus hijas cuando rechazan un matrimonio con una renta de más de 10.000 libras al año? 
Pero ah, amigas, los prejuicios… ¡Por ellos casi pierdo a mi queridísimo Mr. Darcy! Ese hombre perfecto que renuncia a su orgullo, a su clase social y a sus creencias y que incluso después de ser rechazado, sigue secreta y apasionadamente enamorado de mi. 
¿Os podéis creer que tuviera tanta suerte? Cada vez que recuerdo cómo mi ingenuidad y el mal hacer del malvadísimo George Wickham casi me hacen perder a este hombre arrogante, clasista y culpable en parte de las lágrimas de Jane, mi hermana más querida, ¡me enfurezco! Y eso que en la primera frase que le escuché referirse a mí afirmaba que yo ni siquiera era lo “suficientemente bonita como para tentarle”. En realidad creo que ese es el desencadenante de toda la trama. Mi ego herido me predispone a pensar lo peor de él y por eso prefiero creer a Wickham. Aunque secretamente pienso que ya, desde ese momento, estaba luchando en contra de su educación para poder amarme.
Suerte de mi que conseguí, sin hacer nada, y sólo por ser quien soy, que volviera sus ojos hacia mí. Y eso que no cuento con casi ninguno de los talentos que se consideran fundamentales para una mujer de mi época. Eso sí, afortunadamente mi autora me otorgó madurez y sensatez suficiente, a diferencia de mi hermana Lydia de la que sólo puedo decir que su estupidez casi nos busca la ruina a todas… Menos mal que, cuando se me comunicó la noticia de su huida con Wickham, Mr. Darcy estaba presente y, aunque actuó sin mi conocimiento, su generosidad y su dinero consiguen arreglarlo todo. 
Respecto a Jane Austen os diré que curiosamente ambas pertenecíamos a la nobleza agraria, concretamente al condado de Hampshire (lugar de desarrollo de Orgullo y Prejuicio) aunque ella siempre fue una mujer soltera, una diferencia destacable respecto a todas y cada una de sus heroínas que siempre provienen de la nobleza agraria y que, tras pasar una serie de desdichas e infortunios, contraen matrimonio con un hombre bueno siempre de una clase social más elevada. 
Jane vivió hasta su muerte junto a su hermana Cassandra que, al fallecer fue nombrada heredera de todos sus bienes. En vida, su hermano Henry era el que se encargaba de gestionar todo lo referido a la publicación de sus novelas. Lamentablemente su obra es corta ya que murió cuando sólo contaba 41 años de edad (hoy se cree que por la enfermedad de Addison) y dejando a medias Sadinton, la que hubiera sido su sexta novela publicada. Está enterrada en la Catedral de Winchester aunque hasta 1872 no se incluyó una placa que le reconocía públicamente la autoría de sus novelas. Actualmente su obra se incluye dentro de los clásicos de la literatura inglesa y claramente sigue causando interés porque en el año 2012 la casa de subastas Sotheby’s puso en venta en Londres un anillo de turquesa y oro que le había pertenecido y que se mantuvo en la familia durante más de dos siglos. La pieza fue comprada por 152.450 libras (244.000 €) por la cantante Kelly Clackson que declaró en una entrevista ser la propietaria de la primera joya de la autora que ha sido subastada. 

Con todo mi amor, 
Lady Elizabeth Darcy

Autora: Mireia
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